El gobierno de India prohibió las exportaciones de hidroxicloroquina, uno de los fármacos que el presidente Donald Trump promocionó como alternativas para tratar el COVID-19.
En un aviso publicado el miércoles, la Dirección General de Comercio Exterior prohibió el envío del medicamento y cualquier formulación fuera del país, excepto para las empresas que deben cumplir con los contratos existentes y por razones humanitarias que tendrían que ser aprobadas caso por caso.
El movimiento se produce en medio de una serie de especulaciones sobre la efectividad de este medicamento para combatir el nuevo coronavirus, ya que no se han realizado ensayos clínicos para su uso en pacientes con Covid-19. La droga, que también está aprobada para tratar el lupus y la artritis reumatoide, se encuentra entre los cuatro medicamentos que son el foco de un gran estudio anunciado la semana pasada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En las últimas
semanas la hidroxicloroquina fue objeto de varias investigaciones que sugieren
un grado de efectividad en pacientes con Covid-19, lo que llevó a los médicos
de EEUU a prescribir recetas. El viernes pasado, después de que Trump habló
sobre el medicamento, se ordenaron 1,5 millones de tabletas, pero solo se
completó el 12% de los pedidos. Los pedidos han aumentado un 2,196% desde que
se declaró la pandemia.
En los últimos días, las juntas de farmacias estatales en Texas, Ohio, Idaho y
Nevada comenzaron a restringir a quién se pueden recetar los medicamentos, pues
la Sociedad Americana de Farmacéuticos del Sistema de Salud informó de una
escasez, aunque desde entonces cuatro fabricantes se han comprometido a
producir millones de tabletas.
Entre ellos se encuentran Mylan, Teva Pharmaceuticals y la unidad Sandoz de Novartis. Los portavoces de Mylan, Novartis y Teva nos escribieron que sus compañías producen hidroxilcoloroquina en las instalaciones de EE. UU.
La hidroxicloroquina ha demostrado toxicidad en ciertos pacientes, explicó Dinesh Dua, presidente del Consejo de Promoción de Exportaciones de Productos Farmacéuticos de la India. “Hay que tener precaución porque no hay evidencias que demuestren que funciona”, aclaró.
Por su parte, la Sociedad Estadounidense de Farmacéuticos del Sistema de Salud (ASHP), tiene incluido este medicamento en la lista de aquellos que más escasean.
India, el mayor proveedor mundial de medicamentos genéricos, restringió, además, este mes la exportación de unas 26 sustancias farmacéuticos y los fármacos que los contienen, entre los que se encuentra el paracetamol.
Qué es la
hidroxicloroquina
La desesperación por hallar nuevas maneras de actuar llevó a algunos médicos a
preguntarse qué pasaría si, en vez de desarrollar una vacuna o una nueva droga,
se utilizan medicamentos preexistentes para tratar este nuevo virus. Algunos
empezaron a trabajar en esa dirección desde hace más de un mes y están
encontrando resultados realmente auspiciosos, que fueron compartidos este
miércoles por el presidente Donald Trump en una conferencia de prensa.
“La hidroxicloroquina es una droga para la malaria, que se usa también para una artritis muy seria, que es muy poderosa y está allí desde hace tiempo, así que sabemos que si las cosas no salen como lo planeamos no va a matar a nadie. Con una droga nueva eso no se sabe. Esta droga ha demostrado resultados muy alentadores. Vamos a hacer que esté disponible casi de inmediato”, anunció Trump.
La cloroquina fue
descubierta en 1934 por el científico italoalemán Hans Andersag. Está en la
Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud, que
incluye a las medicinas más seguras y efectivas que se necesitan en un sistema
de salud. Es utilizado esencialmente para prevenir y tratar la malaria y,
ocasionalmente, se utiliza para la amebiasis que se produce fuera de los
intestinos, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso.
“La hidroxicloroquina se diferencia de la cloroquina por la presencia de un
grupo hidroxilo en el extremo de la cadena lateral. Se considera que su
actividad es similar a la de la cloroquina, y su uso actual es creciente,
fundamentalmente debido a su mejor perfil de seguridad. Tiene una
farmacocinética similar, con rápida absorción gastrointestinal y se elimina por
el riñón”, explica el Dr. Lautaro de Vedia en un documento publicado días atrás
en el sitio web de la Sociedad Argentina de Infectología.
“Investigaciones diversas han demostrado que la cloroquina ejerce efectos antivirales a través de diferentes mecanismos —dice De Vedia—. Por un lado, puede cambiar el valor de pH de los endosomas (…) Tras ingresar a la célula, la cloroquina media el aumento del pH del lisosoma in vivo, debilita la liberación de transferrina de iones de hierro, reduce el contenido intracelular de iones de hierro e interfiere con la replicación intracelular del ADN. Como consecuencia, tiene un efecto inhibitorio significativo sobre las infecciones virales que invaden las células a través de la vía del endosoma, como el virus de la enfermedad de Borna, el virus de la gripe aviar y el virus del Zika”.
Estos antecedentes llevaron a investigadores de distintas partes del mundo a probar sus efectos sobre el coronavirus actual. El balance provisional de las pruebas realizadas es auspicioso.