Nadie puede negar que la transparencia, la rendición de cuentas y la protección de datos personales son fundamentales para cualquier democracia. El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha sido una institución clave, desde su creación en 2014, para garantizar estas virtudes necesarias de la democracia.
Pero el INAI ha sido víctima de otro ataque del presidente López Obrador en su intento de debilitar la democracia en México. No le basta con querer debilitar el INE, a la CNDH, sino que ahora también quiere destruir al instituto que permite a las y los mexicanos ejercer su derecho a la información. El Presidente vetó a los comisionados que había nombrado el Senado no porque no estuviera de acuerdo con esos perfiles, sino que el Presidente no está de acuerdo con ningún perfil; en otras palabras, no quiere a nadie de comisionado del INAI.
Prueba de ello es la reunión que tuvo el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, con los Senadores de Morena y sus aliados en la que les comunicó las instrucciones del ejecutivo federal: no nombrar a los comisionados del INAI. Esta acción es una simple continuidad de la política de opacidad que ha seguido el gobierno, puesto que se ha reservado gran cantidad de información disfrazándola de “seguridad nacional”, tal como la del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Con un INAI que actualmente se encuentra prácticamente inoperante porque no cuenta con los comisionados suficientes que permitan tomar decisiones, el Gobierno Federal culmina con su política anti-transparencia porque ahora no se va a transparentar la información que la ley obliga a hacer pública. Esta situación afecta principalmente a la prevención y combate de la corrupción, ya que no será posible acceder a datos de las contrataciones públicas, por lo tanto, el sistema de control y vigilancia que teníamos los ciudadanos para vigilar al gobierno desaparecerá. A pesar de que el acceso a la información pública es un derecho humano reconocido por la Constitución mexicana y por los tratados internacionales, parece que al presidente le tiene sin cuidado.
Aunque parezca poco probable, esperemos que los Senadores de Morena y sus aliados actúen como contrapeso real al ejecutivo y accedan a nombrar a los comisionados del INAI. Deben entender que sus decisiones tienen repercusiones para el largo plazo, porque es muy fácil debilitar a una institución, pero muy difícil revivirla. Desgraciadamente, por más que la oposición luche por evitar la destrucción del INAI, no tiene los suficientes votos para hacer valer su voluntad, por lo que sin el apoyo de Morena, el INAI seguirá inoperante.
Quién dijo que acabaría con la corrupción, está acabando con el INAI…
