El proyecto político de Villa de Pozos, el municipio más joven de San Luis Potosí terminó por colapsar en menos de dos años. Este lunes, María Teresa de Jesús Rivera Acevedo, concejal presidenta, presentó formalmente su renuncia al cargo, la cual fue aprobada por el Congreso del Estado con 24 votos a favor, tras semanas de tensiones y denuncias dentro del propio Cabildo.
En el oficio dirigido a los integrantes de la LXIV Legislatura, Rivera Acevedo argumentó que su decisión obedece a “motivos de carácter personal” que le impiden continuar con sus responsabilidades. En la carta, con sello de recibido el 11 de noviembre de 2025, agradece la confianza brindada y asegura mantener su compromiso con el fortalecimiento de la vida democrática.
Sin embargo, detrás del tono institucional, la realidad es distinta. Fuentes al interior del Ayuntamiento aseguran que su salida fue forzada por la pérdida total de control en la administración y por los múltiples señalamientos de falta de transparencia, conflictos internos y abandono de las funciones municipales.
Desde su creación en julio de 2024 como el municipio número 59 de San Luis Potosí, Villa de Pozos ha sido ejemplo de improvisación política, donde los intereses personales y las pugnas entre grupos cercanos al poder estatal han prevalecido sobre el trabajo por la ciudadanía.
Durante su primer informe, regidores abandonaron la sesión solemne acusando que el documento “no tenía sustento alguno” y que la gestión de Rivera Acevedo se había convertido en un “club de amigos”, sin resultados ni proyectos visibles para la población.
Ahora, con su renuncia sobre la mesa, los regidores advirtieron que no aceptarán su salida definitiva hasta que rinda cuentas claras sobre el estado financiero y administrativo del municipio.
Villa de Pozos, el proyecto que fue presentado con orgullo por el gobierno estatal como símbolo de crecimiento, hoy enfrenta su primera gran crisis política: una alcaldesa renunciante, un Cabildo dividido y un municipio sin rumbo ni resultados visibles.









