Biodiversidad potosina amenazada

Ecorocko, una columna de Eduardo Veyan.

Muchos sabemos que la gastronomía mexicana ha sido nombrada patrimonio cultural de la humanidad, que nos abrazan todavía generosamente los dos océanos más grandes del mundo, y que nuestros sitios arqueológicos son verdaderas maravillas al igual que la enorme riqueza cultural que implican.

Lo que no sabemos es que México ocupa el cuarto lugar mundial no solamente en muertos por coronavirus, sino también como uno de los pocos países de los llamados megadiversos, compitiendo así en las grandes ligas de la biodiversidad con Indonesia, Colombia, República Democrática del Congo y algunos pocos más. El término megadiverso se refiere a la riqueza que se tiene en variedad y número de especies silvestres, debido principalmente a los distintos ecosistemas, endemismos, climas y condiciones geográficas.

El estado de San Luis Potosí contribuye de forma muy importante a ese tipo de riqueza nacional, ésto ultimo por tener varios ecosistemas transitorios gracias a su localización geográfica. Tales ecosistemas están tan amenazados como bien representados en las zonas serranas, Altiplano, Huasteca y sus respectivas zonas transicionales.

Una riqueza natural así debería ser una gran responsabilidad de cuidado y conciencia para cada ciudadano. Tristemente a lo largo de más de cuatro décadas, el deterioro ambiental se ha multiplicado exponencialmente a causa de la actividad humana, el alto crecimiento poblacional, la falta de educación ambiental, conciencia, por la omisión absoluta en la aplicación de la ley, autoridades sumamente incompetentes, corrupción y desde luego la imperante y creciente impunidad.

Lo anterior hace a San Luis Potosí uno de los paraísos proveedores predilectos de los saqueadores y traficantes de flora y fauna silvestre. Los cazadores furtivos, mineras extractivas, talamontes, turismo irresponsable, contaminación, agricultura tóxica destructiva y principalmente una ciudadanía insensible, ajena y pasiva, son los peores enemigos de la riqueza biológica potosina.

Mientras la clase política y la ciudadanía no entiendan la gravedad del problema y mientras no se implemente una verdadera política de estado (no políticas públicas electoreras) que proteja los recursos naturales, el acelerado deterioro de suelos y ecosistemas nos alcanzará mucho antes de lo previsto con estragos lamentables en seguridad alimentaria y salud pública. Hagamos conciencia profunda y contribuyamos a conservar, y no solamente a preservar la enorme biodiversidad de San Luis Potosí.

Por favor denuncia sin miramientos la posesión, maltrato de animales y plantas silvestres, no compres por ninguna razón ejemplares de vida silvestre. La posesión ilegal de cualquier forma de vida silvestre es un delito de tipo ambiental, o sea federal, lo que significa que cualquier policía tiene la obligación de atender sin pretextos a una solicitud expresa o denuncia ciudadana en la via pública.

La interrupción de los procesos biológicos se detona en cadena simplemente con el retiro de un solo individuo de su hábitat. Procuremos no generar basura, particularmente rechazar sin miedo el utilizar unicel, plásticos desechables, envolturas, evitar quemar cualquier tipo de basura, evitar uso y abuso de detergentes sustituyéndolos por bolas para lavadora o jabones neutros biodegradables. En los detalles están los grandes cambios.

Entendamos que nuestro consumismo tiene graves consecuencias, transmitamos los mensajes positivos. Podemos hacer mucho con pequeñas acciones. Pasa la voz y no te calles. Actúa.