La movilidad es una acción de vital importancia para el ser humano, no es sólo una potencia o una posibilidad, por lo que el impedirla, restringirla, limitarla, no generarla o no normarla, daña la realización de un valor esencial para el hombre.
El valor de la movilidad humana tiene una fuerte asociación con el valor de la libertad, que es un derecho humano básico, en el que las personas eligen de manera responsable sus propias formas de actuar y de desplazarse dentro de su sociedad.
¿Qué características tiene la movilidad humana?
Primero que es un proceso en el que el ser humano es el principal actor, por ello la movilidad es objeto de decisiones públicas y privadas.
Es también la expresión del ejercicio de un derecho humano a la libre circulación, al libre desplazamiento y a la posibilidad de hacerlo en condiciones de seguridad y bienestar.
Es una acción multicausal, ya que los motivos que llevan y en ocasiones obligan a las personas movilizarse son muy amplios y variados, que se enmarcan en toda las actividades que puede y debe de realizar el ser humano, como por ejemplo las laborales, económicas, educativas, sociales, recreativas, forzadas o voluntarias, entre otras muchas más.
Una persona en movilidad puede tener la intención de permanecer en un lugar de destino por períodos cortos o largos, cruzar límites, divisiones geográficas o políticas, pues en ella se implica su libertad.
Por todo lo anterior es fundamental que perfeccionemos e impulsemos los marcos normativos para responder a una movilidad a plenitud, donde el interés general prevalezca de manera puntual, con bases y principios que garanticen las condiciones y derechos para que la movilidad humana, en cualesquier espacio urbano o rural de nuestro estado, sea de manera segura, igualitaria, sustentable, accesible y productiva.
Hoy más que nunca entendemos que la movilidad es un derecho social fundamental como la educación y la salud.
