La marihuana o cannabis es una planta que actualmente se utiliza con objetivos tanto recreativos (drogas), como medicinales e industriales (materia prima). Ha sido considerada como la droga ilegal más consumida en el mundo, al grado de que aproximadamente el 4% de la población mundial confirma haberla consumido alguna vez.
México no ha sido la excepción, ya que más de siete millones de mexicanos entre 18 y los 65 años, aseguraron consumirla al menos una vez. Ha sido tal su posicionamiento a través de los años que el nivel de consumo ha ido en aumento.
Teniendo un panorama de perspectivas optimistas, si se llega a aprobar su implementación de consumo regulado ¿Quiénes podrán consumirlo de manera legal? ¿Es viable que México apruebe el consumo de esta planta? ¿Qué impactos tendría en la sociedad?
Finalmente es hasta el 19 de noviembre del presente año, el Senado de la Republica aprobó en lo general la regulación del uso de marihuana en México, mediante la Ley Federal de Regulación del Cannabis; sin embargo, será hasta el próximo 15 de diciembre donde se confirmará su implementación y, de ser aprobada esta ley, entraría en vigor el 01 de enero de 2021, lo que confirma que, aunque fue aprobada en el Senado aún no es legal el consumo de la marihuana en el país.
De acuerdo con el dictamen aprobado hasta el momento, la regulación de esta planta responde a que su prohibición transgrede el derecho al desarrollo de la libre personalidad, es decir, su consumo va a estar limitado hacia cierto sector de la población dirigido a personas mayores de 18 años, quienes van a poder adquirir y consumir marihuana de manera legal.
Esta regularización es necesaria en el país, ya que su consumo estará autorizado únicamente con fines medicinales de poco acceso en donde existen productos de muy mala calidad en el mercado sin control sanitario. A su vez también permite disminuir la corrupción, extorsión y delincuencia vinculada hacia la producción, distribución y consumo final del cannabis. Proporciona además algunos impactos económicos positivos como la creación de empleos, la diversificación de oportunidades de negocios, especialmente para campesinos y pequeños emprendedores desde una visión de inclusión.
Entre algunas de las ventajas de consumo, respaldadas científicamente están presentes beneficios como la disminución de la ansiedad, su uso en tratamientos de enfermedades como Alzheimer, así como soporte para controlar las crisis epilépticas y la reducción de la producción de células cancerígenas.
Sin embargo, algunas de las desventajas, en diferentes períodos de tiempo, podrían verse reflejadss en el incremento de accidentes automovilísticos después de consumir la marihuana, debido a que, al igual que el alcohol, uno de sus efectos más presentes es la perdida de la noción, además de generar propensión al desarrollo trastornos graves a largo plazo como la depresión y la esquizofrenia que asecha actualmente a más de 100 mil personas en el país, y que es un padecimiento en el que se alteran las percepciones, el pensamiento, el lenguaje y la conducta.
Si bien se ha ligado mayormente el cannabis a impactos positivos en la salud, se debe considerar una amplia campaña e información disponible sobre los pros y contras de su consumo, ya que esto permitiría a las personas tener una mayor educación y conocimiento sobre esta planta, asimismo como recomendaciones de su uso y forma de consumo ya que de no ser así, podría reflejar algunos estragos físicos y mentales en la población.
Esperemos que en la nueva ley se contemple el poder delimitar aún más el consumo recreativo para personas de mayor edad ya que si bien se contempla a los jóvenes de 18 años como adultos, la falta de conocimiento ha conllevado a quienes ya la consumen hoy en día una serie de problemas presentes como la depresión, ansiedad y psicosis derivado de los alucinógenos del cannabis. Entre más temprano empieza el consumo de la marihuana, más riesgo se tiene de desarrollar trastornos, afectando el desarrollo del cerebro debido a que los endocannabinoides de nuestro cuerpo están involucrados en la maduración y desarrollo de nuestro cerebro y, al consumir estos cannabinoides externos podría alterar este desarrollo, teniendo consecuencias en afectación en funciones como la atención, la memoria o el aprendizaje, al igual que problemas físicos como cardiovasculares y respiratorios debido a que se tiene impactos nocivos muy similares al consumo del tabaco si es que la marihuana se consume a través de cigarrillos.
Es importante también considerar los espacios adecuados y amplios para quienes decidan consumirla en espacios públicos, para evitar molestias e inconformidades para personas poco tolerables al olor que genera, así como discriminación y rechazo para quienes decidan consumirlo fuera de sus hogares.
