Brittany Tyler, una madre adoptiva estadunidense de Kentucky, Estados Unidos, se encontraba hojeando las noticias en mayo de 2022, cuando vio una que le llamó la atención: era la historia de un bebé que había sido entregado a una estación de bomberos.
Cabe señalar que la entrega del bebe no se persiguió como un delito, ya que la Ley de Seguridad Infantil de Kentucky, permite que alguien entregue de forma anónima y legal a un bebé en un lugar designado, y nadie podrá hacerle preguntas.
Para el momento que supo del caso no había mucha información, sin embargo, después Brittany, de 37 años, y su esposo, Chris, se enteraron que la madre biológica del recién nacido lo había colocado en una caja de zapatos.
El bebé tan soló había sido cubierto con una manta y junto a él se encontraba una nota escrita a mano de la madre, quién explicó que no podía cuidarlo adecuadamente; esto conmovió a la pareja y los hizo involucrarse más en el caso.
«Comencé a orar para que lo colocaran con nosotros, pero no quería hacerme ilusiones», dijo Brittany al TODAY.com.
Meses más tarde, la autoridad les permitió acercarse al pequeño y les concedieron la adopción. La pareja cristiana lo nombró Samuel, quien a la fecha ya tiene casi dos años.
El pequeño fue adoptado el pasado 18 de diciembre de 2023, después de acogerlo durante 581 días, por lo que se unió a sus hermanos Judah, de 8, y Calvin, de 5 años.
El nombre de Samuel tiene un significado especial. En la Biblia, Ana es una mujer estéril que ora por un hijo. El segundo nombre del menor es Ryan, en honor al difunto hermano de Brittany, que era bombero.
