En México, donde 3.6 millones de adultos luchan contra la depresión, la presencia de animales de compañía se revela como un recurso significativo para mejorar la calidad de vida y brindar beneficios mutuos en el entorno familiar, de acuerdo con un estudio de la Universidad Commonwealth de Virginia, Estados Unidos.
El estudio liderado por la psiquiatra Sandra Baker, de la Universidad Commonwealth de Virginia, ha examinado las ondas cerebrales de individuos antes y después de interactuar con sus mascotas.
Los resultados señalan que el simple acto de acariciar de manera constante a las mascotas se presenta como un elemento clave en la disminución de los niveles de estrés, ansiedad y depresión en los dueños.
Este hallazgo resalta la relevancia de la conexión humano-animal como un componente positivo para la salud mental de las personas.
Además, la actividad física compartida con las mascotas promueve la liberación de hormonas como la oxitocina y neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, reduciendo los niveles de cortisol y estrés, factores determinantes en la depresión.
Aunque no sustituyen la compañía humana ni el asesoramiento de un profesional de la salud mental, estas leales compañeras contribuyen a crear un entorno de confianza y seguridad para sus tutores.
