Devastación en Guerrero y Michoacán, y los Esfuerzos de Recuperación en Curso.
La tormenta tropical John ha dejado devastación en los estados de Guerrero y Michoacán, donde miles de personas siguen enfrentando las consecuencias de intensas lluvias y condiciones meteorológicas adversas. Aunque el ciclón se ha debilitado, las alertas de evacuación y los esfuerzos de rescate continúan en las áreas más afectadas.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, ha solicitado una declaratoria de desastre natural, afectando al menos 16 municipios en la región Costa y Tierra Caliente. En Acapulco, el presidente Andrés Manuel López Obrador reportó 15,000 viviendas dañadas y anunció el inicio de un censo para proporcionar ayuda directa a los afectados.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha restablecido el suministro eléctrico tras desenergizar áreas por seguridad, y continúa trabajando en reparaciones. En localidades como San Lucas y Huetamo, el Ejército y la Guardia Nacional están implementando planes de emergencia, distribuyendo alimentos y realizando labores de limpieza.
En la Sierra de Oaxaca, aún hay poblaciones incomunicadas debido a deslaves, mientras que en Michoacán se han suspendido las clases en 21 municipios, ya que varios planteles están funcionando como albergues temporales.
A pesar de los retos, las autoridades locales y federales, junto con voluntarios, están avanzando en la limpieza de calles y en la restauración de vías de comunicación en Acapulco, con el objetivo de apoyar a las comunidades afectadas.