Un clima de tensión envuelve al Centro Penitenciario Estatal de La Pila luego del ataque armado contra su director, Juan Carlos Portillo, registrado la noche del 11 de noviembre afuera de su propio domicilio. El hecho desató una ola de especulaciones y encendió las alarmas dentro del sistema penitenciario potosino.
De acuerdo con el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Jesús Juárez Hernández, no se descarta que la agresión esté relacionada con la “atención cotidiana” que el funcionario mantiene hacia el penal y, particularmente, con recientes traslados federales realizados desde ese centro. Estas líneas podrían fortalecer una de las principales hipótesis del caso.
A pesar del ataque, Portillo continúa trabajando de manera normal, respaldado por su equipo de seguridad y custodia, además del personal asignado al acceso del penal. Las autoridades investigan también si el atentado pudo estar dirigido no solo contra él, sino incluso contra alguien más dentro de su círculo operativo, lo que mantiene abiertas nuevas líneas de indagación.
Mientras tanto, el ambiente en La Pila permanece en alerta, a la espera de que las investigaciones revelen si el ataque respondió a represalias, conflictos internos o a intereses que se movieron tras los recientes movimientos de personas privadas de la libertad.









