PROFECO encuentra fallas en toallas femeninas

Un total de 51 marcas de toallas femeninas sanitarias fueron puestas a prueba por el organismo público, evaluación en la que subrayó que aunque la mayoría ofrece un buen desempeño, tienen un talón de Aquiles en un rubro importante

Compuestas por capas de tela de algodón y malla en su centro, las toallas sanitarias contienen un material absorbente que se compone de celulosa -a veces combinada con gel-. Dicha composición, en suma, provee la absorción y la retención de líquidos que competen a la tecnología de plásticos a las que se inscriben las toallas sanitarias.

Por la importancia que tiene este producto en la población femenina, así como por el recurso económico que implica anualmente, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor realizó un estudio comparativo de calidad en el que ponderó por categorías conforme a las características que ofrecen los fabricantes en cada uno de sus productos.

Básicamente las categorías que el Laboratorio conceptualizó se basan en la capacidad de retención de líquidos con las que habrían de contar las toallas, así como con las presentaciones en las que su mercado objetivo puede encontrarlas: nocturna, normal, regular, clásica, ultra delgada y ultra fina, a fin de contar con una compra informada basada en calidad, desempeño y precios.

Dentro de las pruebas, cada producto se sometió a un conjunto de análisis que buscaba el determinar su nivel de desempeño, además de sus características y, para ello se estudiaron 10 modelos de toallas sanitarias femeninas para flujo súper abundante; 21 modelos de toallas para flujo abundante y 20 modelos para flujo moderado a regular correspondientes a 13 de marcas que se comercializan en los supermercados.

A detalle, los puntos de evaluación para el grupo de toallas se definió por: la medición del contenido neto, presentación analizada; información al consumidor; capacidad de absorción total; velocidad de absorción; regreso de humedad; pH; adhesividad; características; acabados y peso en gramos.

En cuanto a información al consumidor, el Laboratorio se refiere a la información básica que deben tener los empaques como lo son el nombre o denominación genérica del producto y su domicilio fiscal; acabados, se refiere a una buena presentación; peso o masa, al equivalente de masa promedio por tres toallas; capacidad de absorción, a cantidad de líquido que son capaces de retener; pH, acidez o alcalinidad, es decir, a la capacidad de neutralizar las sustancias ácidas; adhesividad, fuerza necesaria para retirar la toalla de las telas y regreso de humedad, a la capacidad del material sintético o de las capas de retener el líquido cuando son presionadas (si la usuaria cambiara de posición al estar sentada, ¿se sentiría segura con ese producto?).

En relación a la evaluación o simbología general, el Laboratorio colocó las insignias de: Excelente, Muy Bueno, Bueno, Suficiente, clasificación en las que la mayoría de las marcas obtuvo una excelente evaluación. Entre ellas se encuentran bajo la categoría de nocturna con alas: la toalla sanitaria de Aurrerá, la marca Stela, Envisage!, Eres y Selena.

Las que obtuvieron calificación más baja, pero no desafortunada fueron las marcas: Kótex, Saba y Always que quedaron con una evaluación “Buena”. Conforme a las conclusiones del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor todas las marcas cumplen con el número de piezas indicadas, así como con la información que se les requiere como marca.

En general todos los modelos tienen buenos acabados, a excepción de el modelo Kótex ultradelgada con alas para flujo moderado-regular que presentó canales irregulares y que, sin embargo, el Laboratorio evaluó como “Muy Bueno” pues no considero que impactara su desempeño.

Sobre la altura o espesor del cojín absorbente las más delgadas corresponden a la marca Always en diferentes categorías: flujo moderado-regular; flujo súper abundante y suave noche extra largas. Por otro lado, la velocidad de absorción no influyó en el diseño ni en el desempeño de las toallas.

Un par de notas interesantes a tomar en cuenta son tanto el nivel de acidez o de pH, así como la capacidad de absorción total, pues en relación al primer tópico, las toallas presentaron un pH entre 5.61 y 7.97 unidades, donde los valores menores a siete equivalen a el material es ácido y aquellos que son mayores a siete se consideran alcalinos. Las toallas que generen dermatitis o prurito -que se genera por bacterias y no por la fricción o rozaduras- pueden escogerse conforme al tipo de pH que se señala en las tablas del Laboratorio.

La capacidad de absorción total fue el único talón de Aquiles de las marcas, pues todas presentaron una mala función en su diseño, ya que los canales de distribución no funcionaron de forma correcta, afectando su desempeño. Ello provoca que el material absorbente en el que se deposita el flujo se satura rápidamente sin permitir que toda el área se utilice, haciendo que su porcentaje de distribución y su capacidad de absorción real aumente el regreso de humedad. Ello se notará al ejercer presión sobre la toalla.