San Luis Potosí.- La Unidad “Atenea”, órgano de reciente creación del Gobierno Municipal de atención prehospitalaria, enfocada al rescate de mujeres violentadas física o emocionalmente, atenderá los casos urgentes en donde la vulnerabilidad de las mujeres sea mayor y hasta estén en riesgo de perder la vida a manos de sus agresores.
De acuerdo al registro estos hechos extremos se presentan en promedio dos veces por semana. Por desgracia es una situación muy recurrente sobre todo en los hogares, en donde en la mayoría de las veces son agredidas por sus propias parejas.
Esto lo dio a conocer el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia -SMDIF-, que informó también que para dotar de mayor capacidad a la Unidad operará conjuntamente con Protección Civil, Seguridad Pública, Instancia de las Mujeres y Puerta Violeta.
Las acciones de primera línea serán ejecutadas por un grupo de siete mujeres paramédicas bien capacitadas, que les tienden la mano, las rescatan de sus crisis, las acompañan a la barandilla a presentar su denuncia y hasta a instituciones hospitalarias si las lesiones son de consideración, porque la Unidad dispone de una ambulancia las 24 horas del día y los 365 días del año.
Si las lesiones son severas, las trasladan a alguna institución de la que sean derechohabientes, pero si no es el caso se les lleva al Hospital Central. Si la atención que se requiera es emocional se les lleva a la Clínica Psiquiátrica Dr. Everardo Neumann, pero en casos extremos se remita a las víctimas a la Asociación “Otra Oportunidad”, donde son recluidas incluso acompañadas por sus hijos.
Se dijo asimismo que en atención al seguimiento de políticas públicas transversales en pro de la mujer se han creado varias instituciones, como la Procuraduría para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, la Procuraduría para atender a los adultos mayores, y la unidad llamada Puerta Violeta, de atención asistencial en múltiples facetas.
Autoridades del DIF de la Capital explicaron que hay ocasiones en que mujeres agredidas llegan en busca de auxilio presas de crisis nerviosas al máximo; ahí se les tranquiliza porque sus temores al agresor están presentes y se niegan a denunciarlo.
Si aceptan se les acompaña a la Fiscalía General del Estado a presentar su queja, que muchas veces queda en intento porque ahí se recrudecen los malos momentos que sufrieron y optan por callar. Pero si se deciden a denunciar se les orienta sobre los pasos procesales jurídicos y legales a seguir.
