La Federación Mexicana de Fútbol decide no tomar medidas disciplinarias contra el delantero de las Chivas, Roberto Alvarado, tras lanzar un petardo a periodistas en un incidente ocurrido en las instalaciones del club.
Este miércoles, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) comunicó que no tomará medidas disciplinarias contra Roberto Alvarado, delantero de las Chivas de Guadalajara, después de un incidente en el que lanzó un petardo a periodistas que cubrían al equipo.
La FMF explicó que el suceso tuvo lugar en las instalaciones del club, tras un entrenamiento, y no durante un encuentro oficial. En sus declaraciones, el organismo aseguró que «lo ocurrido no es motivo de sanción», ya que no se produjo en el contexto de un partido reconocido por la Federación.
A pesar de que la comisión disciplinaria tiene la autoridad para sancionar conductas inapropiadas tanto en los partidos como fuera de ellos, el nuevo código de ética, vigente desde el 4 de julio, no contempla acciones para incidentes como el de Alvarado. Este código busca salvaguardar la integridad, la imagen y la reputación del fútbol mexicano, estableciendo una política de cero tolerancia hacia prácticas ilegales o inmorales.
El jugador se disculpó, indicando que el lanzamiento del petardo fue una broma. Hasta ahora, ni el Club Guadalajara ni la liga mexicana han emitido comentarios adicionales ni han informado sobre sanciones para Alvarado.
Este incidente no es un caso aislado en el ámbito del fútbol mexicano. En el pasado, ha habido episodios de agresiones hacia la prensa, como el ataque de Cuauhtémoc Blanco a un reportero en 2003, o la controversia que envolvió a Miguel Herrera en 2015, quien fue destituido por agredir a un comentarista. Asimismo, algunas actitudes despectivas hacia los medios han sido notadas entre ciertos directores técnicos, lo que resalta un problema más amplio en la relación entre el fútbol y la prensa.