Las 60 hectáreas que conforman la Residencia Oficial de Los Pinos serán conformadas como espacio cultural a partir del 2019.
De casa de presidentes a Centro Cultural.
Se ha llevado a cabo el primer recorrido en la Residencia Oficial de Los Pinos, con el propósito de analizar cómo convertir este espacio en uno de los mayores centros culturales del País y de Latinoamérica. La futura secretaria de cultura, Alejandra Fraustro, explicó que este proceso será paulatino y que de momento no hay nada claro y distinto.
En enero de 1853 el Doctor Don José Manuel de Pablo Martínez del Río, patriarca de una de las familias más adineradas del país en el Siglo XIX y la primera mitad del Siglo XX, le compró parte de las tierras y aguas de la zona conocida como Molino del Rey al Sr. Don José María Rincón Gallardo (conde de Guadalupe), por las cuales pagó un total de dos mil trescientos treinta y cinco pesos y seis reales.
El Doctor Martínez edificó un rancho al que denominó “La Hormiga”, debido a que era la más pequeña de sus propiedades, la cual con el paso de los años fue transformada en una residencia. En el lugar existían dos casas, caballerizas, capilla y demás servicios ya descritos así como un estanque, donde existían diferentes especies de peces y cisnes. La casa tipo chalet inglés poseía techos de dos aguas con torreones a los lados, y se encontraba enclavada en la mitad del frondoso bosque y en la parte más alta del terreno junto a una plazoleta, era la terraza a la cual se le llamaba La Varanda.
El primer presidente que la habitó el rancho “La Hormiga”, fue Lázaro Cárdenas en 1934; declarando que no deseaba vivir en el Castillo de Chapultepec, pues le parecía muy ostentoso, y debido a que estaba en pleno bosque de Chapultepec al General cárdenas le gustaba estar en contacto con la naturaleza. Como el nombre de “La Hormiga” no le pareció adecuado para la casa del presidente, se lo cambió por el de “Los Pinos”, en recuerdo al nombre de la huerta donde se enamoró de su esposa la Sra. Amalia Solórzano, en Tacámbaro, Michoacán.
Había otra razón de peso por la que Cárdenas deseaba vivir en La hormiga: deseaba que todos los mexicanos lo pudieran visitar. Después de 84 años en absoluto aislamiento de la gente, está la propuesta de Cárdenas de que “Toda la gente pueda visitar” ese espacio, convirtiéndolo en un centro cultural.
A pesar de que a la fecha no hay un estudio definido, y que sólo se han hecho recorridos caminando para estudiar el terreno, definir los lugares de interés para la ciudadanía y comenzar a gestionar el espacio, esto es ya un hecho. Además de ser una de las promesas de campaña del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, de no vivir en la residencia de Los Pinos y abrir este hermoso espacio a la ciudadanía.
Esto refrenda su compromiso de vivir en austeridad y tener un gran centro cultural. Para esto se ha abierto una convocatoria donde la ciudadanía puede participar con ideas sobre cómo transformar Los Pinos en un centro cultural a través de la página lospinosparatodos.org. Hasta la fecha el sitio web hay 232 comentarios de la ciudadanía.
Entre las peticiones ciudadanas, se ha pedido que Los Pinos se convierta en un centro de investigación en ciencia y tecnología, donde además de incluir a las principales universidad públicas de México, se cree una nueva universidad. Se ha pedido que la residencia se convierta en un centro de artes y humanidades en donde se impartan materias como cine, teatro, danza, música, entre otros; o bien que la residencia se convierta en un centro que albergue exposiciones de artistas independientes jóvenes y de artistas de otros estados del país.
También se ha sugerido que el espacio se habilite como albergue para personas damnificadas por los sismos; casa hogar para niños en situación de calle, y una biblioteca especializada en cultura indígena, con un centro de enseñanza en lenguas indígenas y una sala en la que se exhiban obras mexicanas. De igual manera otros usuarios piden una biblioteca especializada en diferentes materias.
Distintos usuarios piden que se instale un museo que refleje la corrupción por parte de políticos, administraciones y servidores públicos en general.
Lo que sí se sabe de Los Pinos, es que las 60 hectáreas que conforman la residencia oficial se va a convertir en un espacio para el arte y la cultura y la ciencia llamado Lázaro Cárdenas del Río, en honor al presidente que adquirió el predio, como ya dijimos, alguna vez llamado “La Hormiga” donde no se requerirán nuevas construcciones.
