Saca las chelas… pero no del país

Ecorocko, una columna de Eduardo Veyán.

Probablemente lo más valioso que pierde México con las exportaciones sin obtener algo igual de valioso a cambio, sea su agua. Si, a nadie parece preocuparle el agua que se exporta y no vuelve.

Cerveza, aguacates, jitomates, tomates, pepinos, pimientos, papayas, mangos, piñas, bayas, melones, sandías y más productos cuyo contenido de agua es sumamente elevado, son exportados al extranjero en exorbitantes cantidades. Nuestro país es proveedor de muchas ensaladas diarias en muchos países desarrollados. Todos esos productos como los aguacates y la cerveza por ejemplo, no sólo en su contenido sino durante su proceso productivo hubieron utilizado inimaginables cantidades de agua.

Pongamos la cervezas solo como uno de tantos ejemplos. Nuestro país es el primer exportador de cerveza en el mundo y también es un país que tiene mas de 60% de su territorio considerado como árido, y es precisamente ahí en las regiones áridas en donde el agua es cada vez mas escasa.

Según datos de la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y Malta (CANICERM), ahora  llamada Cerveceros de México, en México se exportaron en el 2018 más de 4 mil millones de litros. Si 4,000,000,000.lt. De esos 4 mil millones de litros de cerveza, por lo menos el 90% se compone de agua, agua que se va y no vuelve, es decir 3,600,000,000 litros en un año.

Curiosamente en la página de internet de la mencionada ex-cámara, la cifra fue reportada en hectolitros y no en litros, quizás para reducirle dos ceritos a la descomunal cifra y así discretamente restarle importancia ante la divagante opinión pública que prefiere ver telenovelas que enterarse de lo importante o escuchar buen y desestupidizante rock .

La anterior cifra que corresponde a un solo año, significa una muy grave pérdida para los mantos freáticos y consecuentemente para la agricultura, la ganadería tradicional, la ganadería diversificada y/o sostenible y desde luego y  por si fuera poco para el propio uso humano en sus necesidades mas elementales.  Éstas grandes pérdidas de agua, se dan en la mayoría de los casos en regiones en las que el vital liquido es ya de por sí muy escaso afectando también mucho a la vida silvestre, al suelo y a sus ecosistemas.

¿Irrelevante?

En Apan, Hidalgo se abrió una nueva planta productora de cerveza que para empezar tendrá una capacidad de producción muy modesta de nueve millones de botellas diarias cuyo destino principal es el mercado extranjero. Desgraciadamente el caso de la cerveza es solamente un ejemplo de muchísimas producciones altamente hidroextractivas, aunque también hay casos igualmente preocupantes como el de los jitomates, tomates, pepinos, lechugas, aguacates, bayas y sandias por mencionar solamente algunos. La actividad minera se cuece aparte.

Es histórico que como en muchas otras aristas relativas al cuidado y protección de los recursos naturales, la educación en temas como el cuidado del agua no esté contemplada como una politica de estado, y que debido a lo mismo las consecuencias nos alcancen cada vez más rápido sin que tengamos la capacidad de vislumbrar lo que viene en términos de una gravísima crisis hidrológica y los efectos que detonarán una agresiva cadena de sucesos adversos para todas las formas de vida incluyéndo la nuestra claro.

Prepararse para enfrentar una catástrofe social, económica y ambiental como la que se está desencadenando, no es ni ha sido nunca precisamente una prioridad o tema de agenda en los gobiernos municipales, estatales o federales. Si nosotros como sociedad civil no tomamos conciencia profunda sobre la importancia del agua que no regresa, nos condenamos a secarnos en todos los aspectos y ya empezamos con los encéfalos.

Lamentablemente nuestra capacidad de reaccionar contra tales abusos ya parece estar también muy seca. Urgen acciones efectivas y no sólo reacciones emotivas. La deshidratación de productos para exportación es una buena alternativa para retener recuperar un poco de  agua y abaratar costos de transporte, logística, reducir la contaminación, proteger el olvidado suelo y subsuelo al mismo tiempo que aportar un valor agregado al producto que abre nuevos mercados mas amigables con el planeta.  ¡Salud por el suelo!