Tras las acusaciones de negligencia hacia el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por parte de familiares de César Gerardo Medina Rodríguez, quién el lunes 5 de junio cayó de la azotea de la tienda de ropa Vertiche, donde laboraba y posteriormente falleció, la dependencia emitió un comunicado sobre la atención que se le brindó al joven.
En un escueto boletín, el IMSS lamentó el fallecimiento del joven y externó sus condolencias a sus familiares, además de referir que en el servicio de Urgencias del Hospital General de Zona No. 2 se le brindó atención al paciente, “de acuerdo con los protocolos médicos y con base en la condición crítica que presentaba”.
Indicó que posteriormente, se le trasladó al Hospital General de Zona No. 50 para valoración por los servicios de Neurología y Neurocirugía, “cuyas especialidades determinaron los datos clínicos de muerte encefálica del paciente, por lo que se informó a sus familiares”.
No obstante, el IMSS manifestó su compromiso con la familia del joven para atender sus inquietudes referentes a la atención médica.
Cabe destacar que la familia de César Gerardo acudió el día de ayer la Fiscalía General del Estado (FGE) a interponer una serie de denuncias en contra de las autoridades de salud del HGZ No. 2 del IMSS, así como de quien laboralmente resulte responsable de los hechos que derivaron en la muerte del joven.
Acusaron al IMSS de falta de atención médica oportuna, puesto que César Gerardo tenía que ser trasladado inmediatamente al HGZ No. 50, para que le trataran la inflamación cerebral que le causó una caída de 12 metros de altura en su centro de trabajo.
De acuerdo con familiares del joven, pasaron muchas horas para que el joven fuera trasladado al hospital de especialidades, y debido a ello presentó muerte por traumatismo cerebral.
“A las ocho de la noche ya tenía muerte cerebral, solo lo mantuvieron conectado para despedirnos y a la 1 de la mañana con 22 minutos (del miércoles 7 de junio) fue desconectado, esa es la hora de su muerte oficial”.
Asimismo, señalaron la responsabilidad penal que pudieran enfrentar tanto el empleador como la gerente de esta tienda de ropa, por la evasión de normas de prevención de riesgos laborales, al enviar a César Gerardo a desempeñar actividades de trabajo que cobraron su vida.
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