El pueblo chileno recordó la dictadura de Augusto Pinochet.
Cientos de personas recorrieron el costado del palacio presidencial de La Moneda en Santiago de Chile para rendir homenaje al presidente Salvador Allende, derrocado hace 50 años por un golpe civil militar, en paralelo a la ceremonia oficial que se celebraba en el interior.
En lenta procesión, con las manos llenas de coronas florales, banderas multicolores y fotografías de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos, el pueblo chileno recordó la dictadura de Augusto Pinochet.
«¡Allende vive, ahora y siempre!», se escuchó a los pies de la estatua que recuerda la figura del presidente socialista en la cara norte de la sede de gobierno, punto principal donde sus partidarios depositaron ofrendas y pronunciaron palabras de respeto y admiración para todas las víctimas.
Pese a la lluvia constante que se registró durante toda la madrugada, el viento primaveral despejó el cielo de Santiago e iluminó las fachadas que con bandera nacional a media asta, como anuncio del día de luto nacional decretado por el jefe de Estado, Gabriel Boric, en conmemoración del histórico quiebre democrático.
En un acto cargado de emociones, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) interpretó junto a su grupo folclórico la Cueca Sola, una creación donde se funde la denuncia de la desaparición forzada y el baile popular.









