En una carta dirigida al gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, los residentes expresan su frustración por la insuficiencia de material básico, como medicamentos, reactivos de laboratorio y material quirúrgico. Esta escasez, afirmaron, no solo impide ofrecer una atención de calidad, sino que ha obligado a los pacientes y sus familiares a asumir los costos de los insumos que el hospital no puede proporcionar.
A pesar de la gravedad de la situación, la respuesta del mandatario estatal ha sido evasiva. En al menos dos ocasiones recientes, cuando fue cuestionado sobre la falta de insumos, Gallardo Cardona se deslindó de la responsabilidad, señalando que ahora es tarea del gobierno federal. «Nosotros ya se los entregamos», afirmó, en referencia a los hospitales, y agregó que si la Megafarmacia del Gobierno Federal no puede surtir los insumos, «le vamos a tener que entrar», pero insistió en que ya no es responsabilidad estatal.
El contraste entre el deterioro del sistema de salud y los ostentosos gastos en conciertos y eventos masivos, promovidos por la misma administración en la reciente edicción de la Feria Nacional Potosina, no ha pasado desapercibido para los residentes ni para la ciudadanía.
Por medio de cartulinas colocadas afuera de los consultorios, los residentes expusieron: «Trabajamos en un hospital con sobrecupo de pacientes, pero sin los recursos necesarios para diagnosticar, tratar o dar seguimiento a los casos».
Añadieron que, en varias ocasiones, han tenido que costear de su propio bolsillo algunos materiales para poder continuar con su formación, lo que afecta no solo su aprendizaje, sino también la atención que pueden brindar a los pacientes.
Los médicos han anunciado que, ante la falta de una respuesta adecuada, desde este 17 de septiembre comenzarón una Asamblea Permanente en el Auditorio Ramírez Aznar del hospital, y que permaneceran en esta medida hasta que se establezca una mesa de diálogo con las autoridades y se tomen acciones concretas para solucionar las carencias que enfrentan.
Esta crisis pone en evidencia la desorganización y el descuido en la gestión de los recursos públicos, priorizando actividades lúdicas sobre servicios esenciales como la salud, lo que ha dejado a millas de personas en situación de vulnerabilidad.