La edición 2024 de la Fenapo cumplió…con el capricho del gobernador Ricardo Gallardo Cardona para mantenerse como el genio de la lámpara maravillosa que está para cumplir los deseos de los “ahijadxs” trayendo artistas nacionales e internacionales al costo que sea con recursos p-ú-b-l-i-c-o-s.
Al igual que en las dos ediciones anteriores, aunque ese derroche de dinero es con el erario y no recurso propio de Ricardo Gallardo, no se conocerá el costo de haber traído a los artistas y agrupaciones a la fiesta personal y no tanto del y para el pueblo, del mandatario y su familia.
Así lo confirman, una vez más, las fotografías que el gobernador, su esposa Ruth González Silva y su familia presumieron constantemente a lo largo de un mes de feria. Lo mismo que con Gloria Trevi, que con Maluma, Ricky Martín, con el compadre Julión Álvarez o Edén Muñoz que con los nuevos y efímeros artistas de moda de corridos tumbados. El representante artístico de San Luis Potosí que hace funciones a veces de gobernador, presumió al igual que su esposa, las fotos en sus redes sociales. Ego y capricho para las carencias psicológicas de ambos.
Al concluir la feria queda también sobre la mesa las mentiras cada vez más evidentes pero igual de cínicas, de presumir números inflados respecto a la asistencia y la derrama económica. 8.5 millones de personas son las que presume el patronato y el Gobierno del Estado asistieron; en 25 días de feria daría un promedio de 340 mil asistentes. Está por demás evidenciar que el número suena tan descabellado como tratar de afirmar que Gallardo Cardona es el mandatario más transparente del país.
No escapa por último a la edición de este año la vergonzosa campaña, con algunos medios de comunicación incluidos, para matizar, engañar y tratar de minimizar la muerte de una mujer el pasado 21 de agosto en la rueda de la fortuna. El caso fue por demás penoso al tratarse de una vida y ya no solo de números. Ni así el gobernador ni las instituciones tuvieron el atino de comportarse a la altura.

La Fenapo sí cumplió…otra vez para el capricho y ego del mandatario, “haiga sido como haiga sido”.