Aunque las autoridades estatales calificaron de “falsa”la advertencia de posibles hechos violentos en Mexquitic de Carmona, en los hechos, el municipio lució el día de hoy casi vacío.
Muchos comercios optaron por no abrir, aún a sabiendas de la afectación económica que esto implica; mientras que cientos de niñas y niños se quedaron en casa sin ir a las las pocas escuelas que sí abrieron a regañadientes los temerosos docentes y directivos.
En la presidencia municipal la tensión se podía sentir, con todo y que muchos funcionarios decidieron pedir permiso para hacer “home office” o de plano, que les descontaran el día. Trasciende incluso que el propio alcalde, José Hilario Leal Quistián trabajó desde una sede alterna.
La tensa calma que predomina en las calles se rompe por momentos cuando una camioneta repartidora arranca para ir de una tienda a otra, o cuando el escape de una motocicleta emite algún sonido que alerta a los pocos e incautos transeúntes.
La presencia de la Guardia Civil es casi nula, pese a la indicación y promesa del gobernador, Ricardo Gallardo Cardona de apoyar en la seguridad en dicha demarcación, después de que tras un operativo en meses pasados, prácticamente arrestara a la mitad de la fuerza municipal.
Hoy no fue el calor, el sol, o la lluvia, hoy no fue día de guardar. Hoy fue el miedo, lo que paralizó a todo un municipio.
