La reciente propuesta del gobierno del estado de San Luis Potosí para incrementar los impuestos sobre la enajenación de bienes inmuebles, la venta de bebidas alcohólicas y el hospedaje ha sido presentada en un proceso calificado como opaco y carente de transparencia. Ciudadanos y sectores afectados denuncian que la Ley de Ingresos se discute «en lo oscurito», sin consulta pública ni un análisis profundo sobre las consecuencias que estas medidas podrían tener en la economía local y en la calidad de vida de los potosinos.
Enajenación de inmuebles: un golpe al mercado y a los ciudadanos
El impuesto cedular propuesto para la enajenación de bienes inmuebles, con una tasa del 3%, ha sido calificado como una medida que encarece las operaciones inmobiliarias y desalienta tanto la inversión como la adquisición de viviendas. Pequeños desarrolladores y familias que buscan acceder a su primera propiedad advierten que esta medida podría aumentar los costos y complicar el acceso al patrimonio.
Aunque el gobierno asegura que el impuesto es progresivo y beneficia a los sectores vulnerables, representantes del sector inmobiliario cuestionan si los recursos realmente se destinarán a programas sociales. Además, se teme que la medida fomente la informalidad en el mercado inmobiliario, complicando aún más la transparencia y el control fiscal.
Venta de bebidas alcohólicas: impactos en el consumo y la industria
El impuesto del 3% sobre la venta de bebidas alcohólicas, planteado como una solución para atender problemas de salud pública, ha generado inquietud entre empresarios del sector restaurantero y comercial. Estos advierten que el incremento podría traducirse en precios más altos para el consumidor, afectando el consumo y los ingresos en bares, restaurantes y otros establecimientos.
«Es un impuesto disfrazado de preocupación social, pero en realidad afectará a los pequeños negocios que ya enfrentan retos por la inflación y el consumo reducido«, señaló un representante de la industria restaurantera.
Impuesto al hospedaje: una amenaza al turismo
El aumento del Impuesto sobre Servicios de Hospedaje del 3% al 4% ha sido recibido con escepticismo por los hoteleros y actores del sector turístico. Afirman que esta medida podría hacer menos competitivo al estado frente a otros destinos que ofrecen tarifas más atractivas para los turistas.
«El turismo es una de nuestras principales fuentes de ingresos, pero con este aumento, podríamos ver una caída en la afluencia, afectando a los hoteles, restaurantes y empleos en el sector«, advirtió un empresario del gremio hotelero.
Falta de confianza en el uso de los recursos
Un tema recurrente en las críticas es la desconfianza sobre el manejo transparente de los recursos recaudados. Diversos sectores han expresado su preocupación por la falta de claridad en la implementación de los programas sociales e infraestructura que se prometen con estos impuestos.